A finales del siglo XIX se puso de moda el beber “Absenta”, un licor de ajenjo, con un enorme contenido en alcohol (hasta el 80%).
Entre los escritores, Baudelaire, Rimbaud, Verlaine, Oscar Wilde, Poe, y Jack London.
Entre los pintores, muchos la pintaron, casi todos la bebían, pero los más dañados por su alcoholismo, fueron Courbet, Van Gogh, Toulouse Lautrec, Munch, y Modigliani, aunque a pesar de su enfermedad, siguieron siendo productivos.